Carcomas

Carcomas, tipos y biología, prevención de plagas, tratamientos y remedios caseros

Anóbidos. (Anobium punctatum De Geer).

    

Este grupo de insectos se conoce vulgarmente como “carcoma”.

Los adultos alcanzan una longitud de 3 a 5 mm y son de color pardo-negruzco. Las hembras fecundadas ponen los huevos (de 20 a 40 por término medio) en las superficies rogosas de la madera, en las fendas e incluso en antiguos orificios de salida. Después de cuatro o cinco semanas, nacen de los huevos pequeñas larvas blancas y arqueadas que penetran en la madera perforando galerías.

El ciclo vital de estos insectos es de tres o más años. Después de la pupación, los adultos salen de la madera perforando orificios circulares de 2 a 3 mm de diámetro.
Es frecuente su presencia en museos, iglesias y locales frescos y oscuros, ya que la temperatura próxima a los 20 ºC les es favorable y buscan lugares oscuros para realizar la puesta.

Cerambícidos. (Hylotrupes bajulus L.).

  

Este insecto, conocido como “carcoma grande”, está muy extendido y ataca a la madera de albura de las coníferas. 

En esta especie, el imago puede alcanzar una longitud de 10 a 20 mm., es de color pardo-negruzco y se caracteriza por tener dos grandes antenas.

Las hembras, después de fecundadas ponen los huevos (de 200 a 500) en las fendas de la madera y en los intersticios de los ensambles. Al eclosionar, los huevos dejan en libertad larvas muy pequeñas que penetran en la madera de la que se alimentan.

Curculionidos. (Gorgojos)

Esta familia se distingue por la prolongación de la cabeza en forma de hocico o trompa, sus especies viven siempre en las maderas húmedas.
Se consideran degradadores secundarios, siempre atacan las maderas que se encuentran en estado avanzado de pudrición, por lo que su acción consiste en acelerar la destrucción de la madera iniciada por los hongos.
Los imagos viven unos meses y cumplen todo su ciclo vital en el interior de la madera sin salir al exterior, a menudo, durante varias generaciones. La larva tiene una longitud de 3 mm y presenta una mancha negra característica en la cabeza, el adulto tiene un cuerpo cilíndrico, de color marrón oscuro y pequeños de 3 a 5 mm de longitud.
Las especies más comunes son Rhyncolus culinaris, Eremotus elongatus, Cadiosoma spadix, son frecuentes en sótanos, construcciones portuarias, minas, etc. sobre maderas tanto de frondosas como de coníferas.

Líctidos.

 

Conocidos vulgarmente como “polillas”, siendo las especies más representativas: una autóctona, Lyctus linearis Goeze, y otra de origen tropical, pero perfectamente aclimatada  y más activa, Lyctus brunneus Stefhens.

Sus daños se limitan a ciertas maderas de frondosas que cumplen las condiciones de poseer vasos de un diámetro igual o superior a 0,07 mm, tamaño a partir del cual las hembras pueden depositar los huevos en su inteior; presentar un contenido de almidón elevado y tener una humedad comprendida entre el 8 y el 30 %.

Los líctidos adultos tienen forma alargada, una longitud que varía entre 3 y 7 mm y color pardo oscuro o pardo rojizo. Las hembras fecundadas ponen huevos en el interior de los vasos de la madera que, al eclosionar dos o tres semanas después de la puesta, dejan el libertad larvas de color blanquecino que pueden alcanzar, a lo largo de su desarrollo, hasta 4 mm de longitud, estas larvas perforan galerías paralelas a las fibras de la madera en las que van acumulando un fino serrín de textura parecida a los polvos de talco.

El ciclo vital, cuya duración normal es de un año, puede reducirse cuando las condiciones de temperatura y el valor nutritivo de la madera son los óptimos.

Después de una pupación que dura alrededor de tres semanas, los insectos adultos emergen a través de orificios circulares de 1 a 2 mm de diámetro, pudiendo atravesar chapas de especies de madera resistentes a los ataques larvarios, así como películas de pintura o barniz.

Xestovium rufovillosum.

También conocido como “relojo de la muerte” debido a los golpeos que producen los adultos en la época de apareamiento, realizando una breve pausa para a continuación repetir un nuevo ciclo de cuatro o cinco golpes.

Estos insectos atacan tanto a la albura como al duramen de las maderas de frondosas (haya, roble, nogal y olmo), que han sido atacadas previamente por los hongos de pudrición, en definitiva maderas con alto grado de humedad.

Los orificios de salida que se observan en la madera son circulares con diámetro de 2 a 4 mm, igualmente producen un serrín característico de aspecto basto con un tacto arenoso. 

Su ciclo biológico varía de 3 a 5 años pudiéndose aumentar dependiendo de las condiciones ambientales. El insecto adulto tiene una longitud de 6 a 11 mm con un aspecto de color marrón chocolate.

En este grupo las familias más importantes son los Scolitidae, las más frecuentes de encontrar, y los Platipodiae que producen daños más importantes que los anteriores.

 

Tratamiento de la madera contra insectos de ciclo larvario.


Los insectos de ciclo larvario producen sus daños en el estado de larva y afectan exclusivamente a la madera.
Estos insectos-coleópteros o carcomas se aúnan en tres grupos más importantes; anóbidos, líctidos y cerambícidos.

Los tratamientos para las carcomas se pueden resumir en:

  • Tratamiento en profundidad: consiste en la inyección de un producto protector en el interior de la madera. La inyección se realizará a través de taladros que se practicarán en las caras o cantos de los elementos de madera ya sean escuadradas o rollizos.
  • Tratamiento superficial: consiste en la aplicación del protector bien por brocheo o pulverización, las superficies de la madera deberán estar limpias y libres de cualquier tipo de acabado (pintura, barniz, aceite, etc.) que impida o dificulte la penetración del protectos.